TERCER ANIVERSARIO del FALLECIMIENTO del ESCULTOR

Eduardo Fernández de Córdoba - Yayo

Cuando se cumplen tres años del fallecimiento de Jorge Castro, un grupo de amigos le recuerdan en un acto íntimo, celebrado en localidad alicantina de Tibi.

A las 13:30 horas del 5 de Julio de 2014 el ex director del Club Información, José María Perea, abría la jornada, recordando al artista que permanece como nexo de unión de un ecléctico grupo de amigos. Se leen textos, poemas y se narran, de manera improvisada, en un jardín en el que se exponen paneles y obras del escultor, recuerdos y añoradas secuencias.

José María Perea

Eduardo Fernández (Yayo), amigo del artista, lee el texto de Jorge Castro El Fogón 1,618 +?... frase que dejó escrita en la fachada de su casa-taller en Agost y que hace alusión al número áureo. Phi, dígito irracional para los pitagóricos representa, pese al agnosticismo del escultor, una estética mística que alude al equilibrio y a la proporción, tan buscado en sus creaciones figurativas. Además, añadía Yayo, el valor simbólico que, en América Latina, tiene el Fogón; punto de encuentro entre caminantes y viajeros donde se aviva la comunicación.

María José Pastor

Tras la declamación de Yayo, María José Pastor, antropóloga y profesora de la Universidad de Alicante, dio lectura a Reflexión 1998. Bajo este título J. Castro pone foco al sentimiento de soledad que se vive en el taller, en el proceso creativo, y lejos de afirmaciones contumaces, acaba con una sucesión de interrogantes:

En ese momento mis manos, mejor dicho yo, en mi total materialidad soy un simple útil o instrumento que forma parte de este taller cuyo espíritu abarca más allá de un mero espacio físico. Aquí se presentan más preguntas que respuestas, más vacíos que formas, más dudas que certezas. Las obras que cobran vida en este taller ¿cómo surgen?, ¿de dónde proceden?, realmente ¿quién o qué las materializa? ¿alguien tiene respuesta para todo ello? ¿hay alguien ahí?.

Coral Pastor

Coral Pastor, Comunicadora y directora de Periplo gestiona la obra del escultor. Para la ocasión eligió un poema de Luís Álvarez, cuñado de J. Castro y que padeció un largo periodo de reclusión a manos de la dictadura uruguaya por su pertenencia al Movimiento Tupamaro. Castro subraya la admiración por su cuñado incorporando una frase al poema que Luís Álvarez escribe desde su celda.

J. Castro añade al pie del poema titulado En libertad 1973: Escrito en cautiverio por Luis Álvarez Del Monte, conocido por sus compañeros como 'El Caballero Español'. Destacado ajedrecista. La Federación Uruguaya de Ajedrez le recuerda con el Torneo que lleva su nombre.

Detalle de acto

La huella de Luís Álvarez en su cuñado escultor se materializa en una parte de la obra que Castro realiza en cobre y en la que repuja un mural con un personaje encerrado en un suelo ajedrezado y pensativo, un guitarrista sentado en un tablero de ajedrez... El autor del poema deja constar su inspiración en el filósofo y poeta persa Omar Kayyan, quien parece aportarle al habitáculo tan falto de oxigeno, un hilo de esperanza que invita al despojo de creencias dogmáticas. Alentado por este poemario oriental, Luís Álvarez, proclama un grito de desencanto que culmina en la levedad de sosiego.

Santiago Córcoles

Se cerraba este intimo foro con palabras del periodista Santiago Córcoles quién avivó la memoria de los presentes con secuencias vividas con el artista.

También Sergio Dacosta, cuidador en los dos últimos meses de vida del escultor se sumaba al recuerdo de J. Castro. Y como no podía ser de otra forma, transcurrió el resto de la jornada departiendo, comiendo y bebiendo; al más puro estilo de El Fogón 1,618 +?...

Jorge Castro, a través del grupo de amigos que ensambló en vida, preside cada uno de estos encuentros.   

Fotografías: Mª José Pastor y Periplo 

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